Investigadores de la UNAM comparten conocimientos con la judicatura tabasqueña
Villahermosa, Tab., 29 de
abril de 2019. No.-
053.
Investigadores
de la UNAM comparten conocimientos con la judicatura tabasqueña
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La
doctora en Derecho, María Amalia Amaya Navarro, dictó la conferencia Virtud, carácter e interpretación jurídica
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Ante
el cuestionamiento de Jorge Malem, quien inquiría si es necesario ser una buena
persona para convertirse en un buen juez, la investigadora española responde
con un contundente “Sí”.
Para ser un buen juez no
basta con tener competencia técnica y conocer muy bien el Derecho, también es
necesario tener cualidades de carácter, esenciales para el buen desempeño de la
función judicial, puntualizó la doctora María Amalia Amaya Navarro, profesora
investigadora del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM).
Al
disertar la conferencia magistral Virtud,
carácter e interpretación jurídica, dirigida a miembros de la judicatura
tabasqueña, Amaya Navarro mencionó entre estas virtudes morales la magnanimidad
y honestidad, además de virtudes intelectuales como la apertura de mente,
autonomía intelectual, capacidad de
formar el propio punto de vista acerca del caso, la virtud de la justicia y
lealtad al Derecho, así como las de la deliberación colectiva y rasgos de
carácter necesarios para tomar decisiones en órganos colegiados.
Amaya
Navarro, doctora en Derecho por el Instituto Universitario Europeo y la
Universidad de Harvard, además de licenciada en Lingüística por la Universidad
de Barcelona, agradeció al Poder Judicial tabasqueño por la invitación a
dialogar con jueces, magistrados del Tribunal Superior de Justicia y consejeros
de la Judicatura, y se dijo satisfecha con las reacciones de los asistentes a
la conferencia celebrada en el auditorio Antonio Suárez Hernández.
En
su primera visita a Tabasco la profesora invitada en las universidades de
Texas, de Oxford y Queen Mary, con sede en Londres, agregó que para los
académicos es un privilegio compartir sus investigaciones con operadores
jurídicos que están resolviendo los problemas sobre los que ellos establecen
teorías y esto es útil para diagnosticar los problemas que deben atenderse.
La
también consejera y representante del Consejo Interno del Instituto de
Investigaciones Filosóficas de la UNAM señaló que si se toma en serio que para ser un buen juez es necesario tener
rasgos de carácter, virtudes, es menester rediseñar los programas de educación
jurídica en instituciones de educación superior para que no sólo se impartan
los conocimientos en Derecho, conocimientos técnicos necesarios, sino que se
desarrollen estos rasgos de carácter esenciales para la función judicial.
Las
ideas de virtud fueron importantes en la historia del pensamiento y quedaron
injustamente olvidadas y en este momento en que se deben enfrentar nuevos retos
sociales es urgente recuperar las ideas de virtud, para ser buenos ciudadanos,
buenos jueces y tener ciertas cualidades que van más allá del conocimiento
técnico, expresó la especialista poco antes de que magistrados del Tribunal
Superior de Justicia y consejeros de la Judicatura, encabezados por el
secretario de acuerdos del tribunal, Jesús Cecilio Hernández Vázquez, le
entregaron reconocimientos por su participación.
Amaya
Navarro, originaria del puerto de Alicante, ubicado en la costa española del
Mediterráneo, aseguró que abrevar de la historia del pensamiento no es regresar
al pasado, sino reactivar una idea que estuvo en el pasado y hacerla vigente en
el mundo contemporáneo, con los problemas que enfrentamos y las características
de nuestra sociedades que no son los de la Grecia clásica. Las ideas de virtud
son bastante potentes para actualizarlas y reivindicarlas en nuestro contexto,
dijo.
Recordó
que Jorge
Malem Seña, doctor en Derecho por la Universitat Autónoma
de Barcelona, es un referente en la literatura en torno a la importancia de las
virtudes y no lo pudo haber dicho mejor cuando cuestionó si era necesario ser
una buena persona para ser un buen juez. Ante este cuestionamiento, Amaya
Navarro respondió con un contundente “Sí”.
Sostuvo
que aunque operadores jurídicos no posean estos rasgos de carácter, no sean
virtuosos, tener ciertos entornos institucionales facilita el comportamiento
virtuoso. Incluso, comentó, hay experimentos que muestran que ciertas normas facilitan a jueces y
magistrados ser imparciales, como son pequeños cambios en las normas de la deliberación,
en las instrucciones de los jurados o incluso en la distribución espacial de
una Corte. Esto, aseguró, puede facilitar o desplegar las virtudes en el
contexto judicial.
Las principales áreas de interés de la doctora Amaya Navarro son
la filosofía del Derecho, en particular, la epistemología de la prueba jurídica
y la teoría del razonamiento jurídico. También se ha mostrado interesada en el
ámbito de la filosofía moral y del razonamiento práctico general.
Actualmente trabaja sobre el papel que juega la virtud en la
argumentación jurídica y la ética judicial, así como acerca de la relevancia de
la fraternidad como ideal jurídico y político.
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