Villahermosa, Tab., 25 de agosto de
2023.
No.- 037.
A evitar subyugación entre
hombres
y mujeres, exhorta especialista
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Invitada por el Tribunal
Superior de Justicia, Biella Castellanos Yangulova, catedrática de la UJAT,
llama al respeto de derechos humanos y construir una sociedad sin
desequilibrios
·
Hasta 52 mujeres han
llegado en un día al Instituto Estatal de las Mujeres para denunciar violencia
familiar; se les debe empoderar, refiere la especialista
A hacer conciencia sobre las
programaciones socioculturales y educativas que nos impiden asumir el respeto
pleno a derechos humanos, llamó la directora de Atención Psicológica y Jurídica
del Instituto Estatal de las Mujeres (IEM), Biella Castellanos Yangulova, quien
se pronunció por el equilibrio en los roles de género para evitar la
subyugación de la mujer hacia el hombre o viceversa.
Al disertar la
conferencia La construcción de género, invitada por el Tribunal Superior de
Justicia (TSJ) en ocasión del denominado Día Naranja que se conmemora cada día
25, la doctora en Derecho por la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT) hizo
hincapié en la urgencia del respeto y reconocimiento a los derechos de las
personas, a su libre voluntad y decisión.
Indicó que ahora la
violencia es más visible en todos los ámbitos contra la costumbre de hace pocas
décadas en que la mujer asumía un comportamiento pasivo y se quedaba callada
“hasta que la muerte los separe”.
Señaló que, aunque
la situación cambió con posterioridad, hacia 1997 Tabasco ocupó los primeros
lugares a nivel nacional en frecuencia de casos de violencia familiar, acoso
escolar y suicidios por cantidad de población, así como la última posición en
rendimiento escolar, lo que motivó a promulgar reformas legales para reducir
los desequilibrios, dado que, reconoció, el derecho siempre va un paso atrás de
la realidad.
Quien se desempeñó
durante 20 años como asesora parlamentaria en el Congreso de Tabasco refirió
que a veces los aprendizajes son duros, lo que da paso a la regulación jurídica
y en tanto esto se lograba estábamos frente a lagunas legales, como ocurrió con
el tema de los vientres subrogados y substitutos. Desde la década de los
noventa en el Código Civil se subsumió una situación que implica muchos
derechos humanos a una cuestión de un contrato de prestación de servicios.
“Y hubo que dar
marcha atrás porque la experiencia histórica nos enseñó que se estaba prestando
para el turismo reproductivo e incluso la trata de personas”, observó.
Comentó que existe
cierta resistencia al cambio de roles por parte de hombres y mujeres, al cual
nos obligan los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la Organización de las Naciones
Unidas (ONU) para lograr la igualdad real entre ambos géneros y por tanto,
empoderar a la mujer.
no,
a la subyugación
Durante la capacitación vía Zoom
ofrecida a miembros del Poder Judicial, la también catedrática de la
Universidad Juárez Autónoma de Tabasco sostuvo que la construcción de género es
un tema muy amplio, complejo e invisible en el que damos por hecho el estado de
cosas, porque lo hemos aprendido colectivamente y desafortunadamente se refleja
en los hogares.
Detalló que el
Instituto Estatal de las Mujeres ha recibido hasta 52 mujeres por casos de violencia
familiar en un solo día y todo es parte de la creencia de la subyugación por
ambas partes. “La codependencia que esto genera, el ciclo de la violencia. Y
los niños aprenden porque están viendo lo que pasa en casa y lo naturalizan.
Entonces, estamos como el pez en la pecera. No nos damos cuenta de la pecera,
del agua de la pecera, si es verde, roja, azul, blanca, naranja porque estamos
acostumbrados a esa pecera”, relató.
Precisó que el empoderamiento
significa que las féminas tomen decisiones sobre sus vidas y su destino, no que
pretendan subyugar a los hombres como ocurre con el feminismo a ultranza, mal
entendido, lo que está empezando a ocurrir en sociedades de la cultura nórdica
del norte de Europa, y en contraposición, lo que sucede en los países que
profesan la religión musulmana en la que una mujer con minifalda difícilmente
sobreviviría.
“La subyugación ejercida
por ambas partes es un desequilibrio. Te tengo que reconocer como mi igual, no
como mi inferior ni mi superior, con el mismo respeto. Yo te honro, tú me
honras. Yo te respeto, tú me respetas. Si yo quiero que tú hagas algo que no
tienes pensado no te voy a obligar. Y eso parecería poco natural en lugares
como Arabia y muchas comunidades de Chiapas. Tanto así que todavía la figura de
la mujer se encuentra bastante devaluada frente a la del hombre en muchos
aspectos”, apuntó.
Y ello parte de la
construcción del género y los roles de género, proceso sociocultural
desarrollado a través de la educación desde el momento en que condicionan a los menores con frases como
“Los niños no lloran”, “Los niños deben ser machos, fuertes, deben vestir de azul
y jugar con carritos”, “Las niñas son débiles, deben vestir de color rosa y
jugar con muñecas”. Con el tiempo los padres optan por dar educación a los
varones porque las mujeres finalmente se casarán y a por mucho pueden aspirar a
concluir la educación primaria.
Castellanos
Yangulova mencionó en la actualidad esas manifestaciones culturales no se ven
tanto en ciudades porque todo mundo debe trabajar, pero sí suceden en las
comunidades rurales como si estuviéramos a principios del siglo pasado, con una
visión tradicional patriarcal.
Agregó que
problemáticas como sueldos más bajos para mujeres y la creencia de la
inferioridad y subordinación de uno de los sexos ante el otro en todos los
ámbitos, en la esfera pública y privada, son parte del mismo fenómeno. Y citó
el caso de Angelina Díaz Méndez, alcaldesa de Aldama, municipio tzotzil de
Chiapas, quien fue obligada a renunciar a su cargo en febrero pasado luego de
recibir amenazas de muerte y violación por parte de hombres de su comunidad.
Aunque los géneros --determinados
por la autopercepción-- afectan la forma de pensar, comportarse e interactuar y
son muy distintos al sexo, es decir la condición biológica con la que se nace, la
directora de Atención Psicológica y Jurídica del IEM manifestó que en México la
situación de roles de género está equilibrad en lo general, debido a que hay
respeto a derechos humanos, reconocidos en la reforma constitucional del 11 de
junio de 2011, así como en los tratados internacionales signados por la Nación.
La especialista se
declaró en contra del feminismo extremo, porque se trata de voltear la balanza,
pero no para subyugar a los hombres, “porque no es por ahí. Si la Declaración
Universal de los Derechos Humanos y nuestra Constitución dicen que somos
iguales debemos tener igualdad de oportunidades”, puntualizó.
Afirmó que la
construcción de roles de género es una labor de edificación de un castillo muy
grande, que se va haciendo ladrillito por ladrillito, con el paso de los días y
de toda la crianza y experiencias en la vida adulta.
Refirió que ahora
tenemos generaciones de adolescentes que no están identificados con ninguno de
los dos géneros, al asumir a éste como una cuestión sociocultural. Porque
cuando hablamos de genero pensamos en sexo. Y no. El sexo tiene qué ver cómo
viene equipado tu cuerpo y el género se refiere a cómo te autopercibes, cómo
está construida tu identidad. Y eso es muy profundo”, dijo finalmente.
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