Educación, conciencia y confianza, recomiendan para evitar violencia en el noviazgo
Villahermosa, Tab., 21 de febrero de 2022. No.- 015.
Educación, conciencia y confianza, recomiendan para evitar violencia en el noviazgo
· Lily Lara Romero, directora del Consejo de Ciencia y Tecnología de Tabasco, diserta conferencia Violencia en el noviazgo, para alertar sobre agresiones que se han incrementado durante la pandemia
· Hay que comprender que la violencia se perpetúa porque la sociedad la justifica, se acepta el mito patriarcal que el padre tiene la responsabilidad de educar a la familia y si es a palos no pasa nada, advierte
Si los adolescentes no tienen conciencia de lo que es la violencia no van a saber cómo identificarla y se convertirán en víctimas, sostuvo Lily Lara Romero, directora del Consejo de Ciencia y Tecnología de Tabasco (CCyTET), al disertar la conferencia Violencia en el noviazgo, dirigida a personal del Tribunal Superior de Justicia (TSJ).
La doctora en Métodos de Solución de Conflictos y Derechos Humanos señaló que así como la violencia contra la mujer se incrementó durante la pandemia, lo mismo ocurrió en el caso de la violencia en el noviazgo adolescente, ejercida principalmente a través de los medios tecnológicos, conocida también como ciberviolencia o violencia en línea, definida como el uso de las tecnologías y redes sociales para ejercer conductas violentas o control sobre la otra persona, saber dónde está y qué hace en todo momento.
Lara Romero, miembro de Redes de Investigaciones Nacionales e Internacionales en Ciencias Sociales y vicepresidente de la Red Internacional de Derecho Educativo, compartió un estudio realizado de 2019 a 2020 entre adolescentes de 14 y 15 años en el contexto urbano, rural e indígena, quienes respondieron un cuestionario para visibilizar la violencia en el noviazgo, el cual arrojó evidencias notables sobre este fenómeno.
El estudio establece que se dan casos de discriminación, hostigamiento, acoso, abuso psicológico en estas relaciones. Los adolescentes piden a sus parejas contraseñas de sus redes sociales para vigilar sus actividades, las llaman varias veces al día, chantajean emocionalmente y las manipulan para que hagan o dejen de hacer actividades. Cabe destacar que la violencia es bidireccional, es decir, tanto de hombres hacia mujeres como de mujeres hacia hombres, comentó.
Vía streaming, explicó que las niñas entran al noviazgo con una visión muy infantil, de cuento de hadas, y creen que se trata del príncipe azul que quizá las va a sacar de la violencia que están viviendo en la familia. Por su parte, el varón entra con la visión de comenzar a ejercer su derecho a la vida sexual activa, de ahí que sobre todo en comunidades rurales se puede ver adolescentes de 16 y 17 años que ya son madres.
La encuesta muestra también que los adolescentes tienen relaciones poco duraderas, en promedio de tres meses, máximo año y medio, pero cuando se habla de relaciones duraderas en ocasiones es porque ya hay un embarazo no deseado y se ven forzados a establecer una relación más formal.
La investigadora dijo que los padres deben entender que sus hijos están en una fase de experimentación y es menester tengan mayor comunicación con ellos, fortalecer su autoestima y no permitan relaciones de violencia.
“Hay que comprender y aceptar que la violencia se perpetúa porque la sociedad justifica la violencia, se acepta el mito patriarcal que el padre es el que manda, que puede y tiene la responsabilidad de educar a la familia y si es a palos no pasa nada y aceptar esto es parte de la violencia estructural en la que hay que trabajar, porque al final si como adolescente agrede a la novia, como adulto lo seguirá haciendo”, aseveró.
Es necesario que las niñas aprendan y si como padres o sociedad no lo damos a conocer esta situación va a continuar y generará acciones que nos indignan como los feminicidios. “Si no hacemos que nuestras hijas, hermanas, sobrinas, que están a nuestro derredor reconozcan la violencia, esto se va a seguir perpetuando”, subrayó.
En el marco de las actividades con motivo del Día Naranja, la especialista recomendó a los padres ser muy observadores del comportamiento de sus hijos. Si no deja el teléfono en ningún momento, si constantemente se pone nervioso cuando suena o el momento en que empieza a cambiar su conducta, su forma de vestir, o pierde su seguridad, deja de hacer cosas, se comienza a aislar, deja de hablar a sus amigos, los bloquea de sus redes sociales o dejan de salir con otros jóvenes, eso son signos de alerta, advirtió.
Es necesario hablarles con la verdad, enseñarles a amarse, a valorarse, a ser dignas como personas para que no permitan que nadie les grite, así como tampoco un insulto, mucho menos por parte de quien consideran el amor de su vida. Debemos alentarlas a que dejen de idealizar, que no crean en un amor de cuento de hadas porque esto es dañino.
La prevención es importante, platicar con ellos, darle nombre y apellido a la violencia, que tengan la confianza con sus padres, pues de lo contrario esto también es un factor de riesgo, porque la casa debe ser espacio de paz, un refugio, en el que los hijos tengan la suficiente confianza de contarnos lo que les pasa, finalizó.
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